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Cambios hormonales en la mujer después de los 35: qué esperar y cómo cuidar la salud
El equilibrio hormonal desempeña un papel fundamental en la salud y el bienestar de la mujer a lo largo de toda su vida. A partir de los 35 años empiezan a producirse cambios hormonales importantes que pueden repercutir en la calidad de vida, el metabolismo, la salud emocional e incluso la estética. Comprender estos cambios y saber cómo gestionarlos es esencial para envejecer de forma sana y equilibrada.
Principales cambios hormonales

- Disminución de estrógenos y progesterona
La producción de estrógenos y progesterona comienza a disminuir gradualmente, preparando al organismo para la transición a la menopausia, que se produce por término medio entre los 45 y los 55 años. Esta reducción puede provocar ciclos menstruales irregulares, mayor retención de líquidos y cambios de humor. - Aumento del cortisol
El estrés crónico y el envejecimiento pueden elevar los niveles de cortisol, la hormona del estrés, que se asocia a un aumento de la grasa abdominal, fatiga y dificultades para dormir. - Cambios en la testosterona
Aunque en menor cantidad que en los hombres, la testosterona también es importante para las mujeres, ya que influye en la energía, la masa muscular y la libido. Su reducción puede provocar una disminución de la vitalidad y el deseo sexual. - Resistencia a la insulina
Con la edad, la sensibilidad a la insulina puede disminuir, lo que aumenta el riesgo de aumento de peso y de aparición de diabetes de tipo 2. - Disminución de la melatonina
La hormona responsable del sueño, la melatonina, también se reduce, lo que puede provocar dificultades para conciliar el sueño y una menor calidad del descanso.
Síntomas comunes
- Cansancio excesivo
- Cambios de peso y corporales
- Ansiedad, irritabilidad y cambios de humor
- Reducción de la libido
- Piel más seca y con menos elasticidad
- Caída del cabello
- Dificultad para dormir
¿Cómo se gestionan estos cambios?

1. Adoptar una dieta equilibrada
Elegir una dieta rica en proteínas magras, grasas saludables (como el aceite de oliva y los aguacates), fibra y antioxidantes puede ayudar a mantener el equilibrio hormonal. Los alimentos ricos en fitoestrógenos, como la soja y las semillas de lino, pueden ser beneficiosos.
2. Hacer ejercicio regularmente
Actividades como la musculación, el pilates y los paseos son esenciales para mantener la masa muscular y el metabolismo, además de ayudar a controlar el estrés y mejorar la calidad del sueño.
3. 3. Gestión del estrés
Técnicas como la atención plena, la meditación y el yoga pueden ayudar a reducir los niveles de cortisol y mejorar el equilibrio emocional.
4. Suplementos personalizados
En algunos casos, pueden recomendarse suplementos como magnesio, vitamina D, ácidos grasos omega-3 y adaptógenos naturales para favorecer el equilibrio hormonal. La nutrigenética puede ser un excelente aliado para una suplementación personalizada y eficaz.
5. Consultas de medicina preventiva y funcional
El seguimiento médico regular es esencial para evaluar los niveles hormonales y aplicar estrategias personalizadas para un envejecimiento saludable.
Conclusión
Los cambios hormonales forman parte del proceso natural de envejecimiento, pero pueden controlarse con hábitos saludables y apoyo especializado. En la Clínica Pilares de la Salud, ofrecemos consultas de Medicina Preventiva y Funcional, Nutrición Funcional y Terapias Integrativas para ayudar a todas las mujeres a superar esta fase con equilibrio y bienestar.
Concierte una cita y descubra cómo optimizar su salud hormonal.